ACEPTACION – RESPONSABILIDAD

Hoy comparto sentimientos que, a pesar de haber recorrido un camino, como muchos han podido o están haciendo, siempre hay tarea para hacer.

He alcanzado un punto donde soy capaz de ver que todo lo que me ha ocurrido en la vida no podía haber sido de otro modo, y cada experiencia vivida, buena o menos buena, me ha llevado a ser quien soy hoy, y la gratitud lo envuelve todo.

A medida que voy dando paso a una mayor consciencia, veo la ingente energía que he utilizado buscando el “dorado” que había de llevarme a ese lugar que cada quien imaginamos donde se encuentra el manjar que anhelamos. La paradoja es que la vida, con su infinita sabiduría, va moldeando ese caminar con cada uno de sus pasos, invitándote a cada instante a que veas más allá de ti y aprendas a recibir para seguir compartiendo, en lugar de únicamente querer recibir para ti, trascendiendo el sentimiento de carencia que todo el mundo puede sentir en sus miles de matices, ya que la carencia en ningún caso se refiere exclusivamente a la económica.

Aceptar lo que la vida nos propone, amar lo que es, es un acto de valentía y coraje, que no siempre conseguimos dar; ser capaces de hacerlo conscientemente impulsa nuestro crecimiento consumando la transformación. En ningún caso la aceptación es resistir o resignarse, sino que tiene una connotación más profunda, para mí, invitándonos a mirar hacia dentro para ver lo que es, en lugar de la ilusión que creemos ver. Es salirnos de la posición de víctima y aceptar la responsabilidad de nuestras decisiones.

Creo que, si digo que todos tenemos sueños y anhelos, es una afirmación que se puede asumir de forma generalizada. Para mí, estos nos impulsan y nos hacen avanzar, tanto de un modo consciente como inconsciente. Hacerlo consciente implica recorrer un camino hacia nuestro interior, cuestionándonos constantemente. Y es en esa travesía, donde experimentamos vivencias, interactuando con aquellas personas con las que nos cruzamos en nuestro caminar, tanto en el ámbito familiar, profesional y/o personal. En cómo afrontamos esas vivencias es donde está el milagro de la vida. Tendremos acompañantes que nos los pondrán difícil, aunque solamente para que nos esforcemos más, miedos que nos harán dudar, creencias que nos limitan y el ego que nos retiene en una zona que conocemos que nos sentimos cómodos o una que nos impulsa a lugares ilusorios. Son en esos momentos, donde la honestidad de cada quien juega un papel importantísimo, de ahí la importancia de cuestionarse constantemente.

En este mundo actual, tenemos la creencia de que este camino de autodescubrimiento es una pérdida de tiempo, que los logros son más importantes, como si el hecho de conocerse no lo fuera. Lo cierto es que no solamente seremos capaces de manifestar mejor y con mayor armonía, a medida que avancemos en nuestra consciencia, sino que seremos los creadores de nuestra propia vida y no la de otros. El reto mayor al que nos enfrentaremos será precisamente trascender esa carencia que cada uno siente para permitir a la energía del dar y recibir fluya en un ciclo sin fin, en lugar de querer recibir únicamente para un@ mism@.

Así que, si la intención es conocerte para seguir avanzando sabrás que, para ello, tendrás que curar tus heridas, por profundas que estas sean, y únicamente desde esa intención verdadera, podrás decidir entonces dejar ir todo aquello que tanto amaste, porque sabrás que, a pesar de ello, ya cumplió su función, ya te enseño todo lo que habías de aprender de él. Todo un acto de amor, contig@ mism@.

Date el permiso, puedes hacerlo, tienes la capacidad para ello.

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Feliz semana

1 de diciembre 2024

Josep Maria Verdaguer