El trabajo de las habilidades sociales en las personas introvertidas.

Las habilidades sociales es un terreno muy interesante y necesario para la plenitud de cualquier persona en el entorno social. Los seres humanos somos seres sociales y el acto de socializar forma parte de nuestra supervivencia desde la prehistoria. Sin embargo, cobra más importancia cuando hablamos de personalidad introvertida.

En el caso de las personas introvertidas, ocurre muchas veces que la persona que tiene este rasgo busca pasar más tiempo en soledad viviendo hacia adentro que hacia afuera. Normalmente lo hará por elección propia y porque lo necesita y lo disfruta. Esto no significa ni mucho menos que las personas introvertidas, no seamos sociales como el resto, no socialicemos o que no nos guste la gente, pero sí es cierto que en este porcentaje de la población existe más gente que tiene menos práctica en el trato con otras personas, ese nivel de práctica dependerá del nivel de introversión de su personalidad entre otros factores tanto internos como ambientales. El caso es que al ser mayor el porcentaje de personas que socializan menos, es menor el entrenamiento en habilidades sociales. Esto lleva a que vengan a mi consulta muchas personas que me dicen que necesitan trabajar precisamente esas habilidades sociales para poder enriquecer su círculo social, porque al fin y al cabo, por muy introvertidos que seamos, queremos y necesitamos estar con otras personas, aunque seamos nosotros mismos los que elijamos durante cuánto tiempo lo haremos o cada cuánto tiempo lo vamos a hacer, pero cuando lo hacemos, lo queremos hacer evidentemente bien y sentirnos cómodos mientras lo hacemos.

Una persona puede ser tremendamente introvertida, pero cuando quiere quedar con otras personas quiere ser el o la mejor comunicador posible, todo el mundo queremos caer bien y por supuesto, ser aceptados por los grupos.

Por todo ello, es un elemento clave que la persona introvertida que se encuentra en esa situación de necesidad de trabajar las habilidades, esté abierta al conocimiento, el estudio y la práctica de dichas habilidades. Este conocimiento y su práctica le aportará la posibilidad de crecer en todos los aspectos tanto sociales como laborales. Le ayudará a tener éxito y por supuesto, le proporcionará la posibilidad de tener una red de contactos más amplia.

Habilidades sociales importantes para trabajar siendo una persona introvertida.

Si tuviéramos que hablar de habilidades sociales para personas introvertidas, con el objetivo de reducir la ansiedad que pueda generarnos el hecho de interactuar con otras personas, ¿Cuáles serían estas?

Sinceramente, así a modo general siempre será bueno trabajar mientras más habilidades sociales mejor y si es para comunicación cualquier habilidad social funciona. Pero sí es cierto que si tuviéramos que enfocarnos en las más importantes, o más bien en las primeras o más esenciales para empezar a trabajar las habilidades sociales en una personas introvertida, yo comienzo siempre por las siguientes en mi consulta. Todas las demás por supuesto enriquecerán ese trabajo, pero con una persona que siente que tiene carencias en sus habilidades comunicativas, puede empezar por:

• Asertividad: nos referimos como asertividad a la habilidad de comunicarnos de manera saludable con la otra u otras personas. Modo de comunicación en el que predomina el respeto por su opinión, pero también el respeto por la nuestra y esto lleva añadida la capacidad de poner límites para evitar la falta de respeto de la otra parte. Existen múltiples herramientas prácticas que podemos incluir en nuestras conversaciones, que nos permiten actuar de manera consciente y con fortaleza, cuando necesitamos poner nuestros límites. Por ejemplo, cuando deseamos exponer nuestra opinión que es opuesta a la de la otra parte, podemos usar frases como “Entiendo lo que dices, sin embargo…”. Ocurre que cuando se tiene poca práctica en la socialización, la asertividad es una de las habilidades que se tiene más resentida y se nota! La gente que nos rodea puede sentir que no respondemos a veces de la manera adecuada, simplemente porque nos falta práctica y eso nos lleva a tener “poco tacto”. Es como cuando nos damos cuenta de que alguien tiene poca práctica a la hora de romper el hielo con alguien que le gusta y decimos que tiene “poco tacto” ¿No? Pues eso pasa en cualquier terreno social cuando tenemos poca práctica y es una de las cosas que primero se nota. Por ello, siempre empiezo haciendo hincapié en esta habilidad antes que en otras menos urgentes.
• Gestión del estrés: la gestión del estrés es la habilidad de evaluar cómo nos sentimos en cada momento y utilizar herramientas para poder mantener un equilibrio del estrés y la ansiedad. Las personas introvertidas tienen más tendencia a sufrir de ansiedad y estrés cuando tienen que socializar, por ejemplo en el lugar de trabajo. También existen muchas herramientas para poder llevar a cabo este entrenamiento, como por ejemplo la meditación o la observación de nuestros pensamientos para tomar el control sobre ellos, entre otras cosas. Con el tiempo y un adecuado entrenamiento, el equilibrio se va encontrando y de manera mecánica la mente va dejando de actuar de manera independiente de nosotros.
• Motivación: la motivación es esencial en el trabajo de las habilidades sociales, ya que cuando tenemos un propósito, una meta a la que queremos llegar y nos imaginamos en ella con una vida social rica, esto nos impulsa con fuerza a querer enfrentarnos a ciertos miedos. Por ejemplo, si queremos dedicarnos a un empleo en donde sabemos que debemos exponernos con frecuencia a un público, podemos visualizarnos en un futuro ideal hablando a ese público. Esa motivación nos permitirá trabajar a diario para aprender sobre oratoria y presencia en el escenario entre otras muchas cosas. Sin motivación, está claro que no hay meta que podamos lograr. La motivación es la base de cualquier propósito y este también lo es como para necesitarla.
• Autoestima: un buen trabajo y alimentación de nuestra autoestima nos va a permitir tener la fuerza y las ganas de lograr lo que nos propongamos. Cada vez que logramos un propósito por pequeño que sea, la sensación de haberlo logrado alimenta y engrandece la autoestima, nos hace sentir que podemos conseguir cosas y eso nos impulsa a crear un nuevo objetivo incluso más complejo que el anterior. Por lo que una autoestima bien trabajada, nos va a ayudar a lograr cosas complejas o que conlleve mucho tiempo de trabajo. De hecho, una señal de autoestima sana es por ejemplo la capacidad de proponernos objetivos a medio-largo plazo. Trabajar la autoestima en la personalidad introvertida es esencial para apoyar el trabajo de las habilidades sociales y su práctica dentro de los grupos sociales.

Habiendo empezado a trabajar y entrenar estas habilidades que para mí son los 4 pilares básicos y que me cambiaron la vida en su momento, el resto siempre añadirán y enriquecerán la vida en general. Con el resto de habilidades nos podemos referir a cualquiera de ellas porque todas son muy positivas y super poderosas, como por ejemplo la comunicación efectiva, el carisma, la comunicación no verbal que por cierto es muy interesante, habilidades para la oratoria en general, la escucha activa, la empatía por supuesto. Todo ello suma y todo es necesario, pero estas 4 habilidades que te he acercado, serían las más básicas en las que trabajar para comenzar a entrenar nuestra capacidad para socializar si esta se ve frágil.

El resto ya vendrán después para fortalecerte y convertirte en una persona experta.

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Eva María Arrabal Martín.

Coach personal, especializada en habilidades para personas introvertidas y coach empresarial y formadora, especializada en habilidades de liderazgo y para equipos comerciales. Autora del libro “Coaching, caminanco hacia el Ikigai” y creadora del podcast “Introverso”, el podcast para las personas introvertidas.