Sueño Infantil

Sueño infantil. Gran desconocido.

El sueño del bebé o del niño no se entrena, se desarrolla. Y para que se desarrolle correctamente, solo hace falta tiempo, además de mucho acompañamiento, comprensión y amor.

Es un proceso duro desde el punto de vista del adulto, dadas las obligaciones y el ritmo de vida que llevamos. Por eso, considero que es necesario que los papás y las mamás dispongan de información que les ayuden a entender las circunstancias que están atravesando.

¿Sabías qué?

El sueño es un proceso evolutivo. Todos los niños acabarán durmiendo como los adultos pero el ritmo de adquisición es diferente en cada uno. Los esquemas básicos del sueño empiezan a formarse antes de que el niño nazca.

Entre la semana 24 y 36 de embarazo, los bebés reciben a través de la placenta la melatonina de su madre ya que ellos no pueden generarla por si solos. 

En el tercer trimestre de embarazo, los bebés ya presentan momentos de vigilia seguidos de inactividad muy semejantes a las fases del sueño que tendrán recién nacidos.

Por tanto, no tienen que aprender a dormir porque ya nacen sabiendo.

 Sueño del bebé de 0 a 3 meses.

• Entre 14 y 20 horas.
• Solo tiene 2 fases: sueño activo (REM) y sueño lento, de una duración de 50-60 minutos.
• Esto hace que se despierte frecuentemente para comer y evitar hipoglucemias. También ayuda a mantener la producción de leche de la mamá y asegurarse su comida.
• No diferencian el día de la noche.
• El sueño del bebé recién nacido está adaptado a sus necesidades.

Sueño del bebé de los 4 a los 7 meses.

• Entre 10 y 15 horas.
• Adquieren la diferenciación de la noche y el día y empiezan a dormir más de noche que de día.
• Aumentan los despertares nocturnos cada hora u hora y algo.
• Tienen adquiridas casi todas las fases del sueño del adulto. Pasan de tener 2 a tener 6 y tienen que adaptarse, de ahí los microdespertares.
• Esto hace que el sueño sea más superficial, se agitan más, se despiertan más. No saben o les cuesta volver a dormirse.

Sueño del bebé de los 8 meses a los 2 años.

• Entre 11 y 14 horas.
• Las fases del sueño adquiridas van madurando.
• Se reducen las horas de sueño y van desapareciendo los despertares nocturnos.
• En esta etapa aparece la angustia por separación que también se manifiesta en el sueño. Necesitan sentirse seguros, presencia y acompañamiento.
• Los hitos de desarrollo también influyen en el sueño: andar, alimentación complementaria, salida de los dientes, retirada del pañal les producen ansiedad y pueden tener terrores nocturnos.

Sueño de los 3 a los 6 años.

• A los 3 años se produce una importante disminución de los despertares nocturnos que acabarán de desaparecer a los 5 años.
• Entre los 5-6 años, la mayoría de los niños superan por sí solos los problemas de sueño.
• Hasta los 6 años, el sueño del niño no se parece al del adulto. Dormirán unas 8 ó 10 horas.

La solución no es dejar a los bebés y niños llorar para que se acostumbren. Hay que atender su llanto, acompañarlos y mostrarles que como padres y madres estamos ahí para cubrir sus necesidades haciéndoles sentir seguros.

El colecho y la lactancia materna son dos grandes aliados en este proceso.

Que no te vendan humo, ante la desesperación, con entrenar el sueño de tu bebé o de tu hijo de manera «respetuosa». Lo más respetuoso es acompañarlos en su desarrollo desde el amor y la comprensión una vez que tienes la información que necesitas y desarrollar unos buenos hábitos.

Esto también pasará y llegará el día en que cierren la puerta de su habitación, quieran dormir solos y los echarás de menos.

Como bien dice Rosa Jové:

 

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Sara Eva Ayllón.

Asesora de Lactancia.