De soltar a sanar
Me siento sobre el borde de la cama, descalzándome. El pie derecho ya se queda sin la protección de la suela, que lo reguarda de todos los imprevistos derramados por el suelo. Todos aquellos sucesos que nos hacen daño. O quizás, que permitimos, que nos dañen. Con esos mismos zapatos recorremos una y otra vez los mismos caminos equivocados, con el deseo de que el resultado esta vez sea distinto. […]