Gran gestión del equipo RB

El equipo “RB” continúa en la sexta posición del campeonato gracias a un imperial Tsunoda, que ha conseguido sumar la totalidad de los puntos para los de Faenza, ya que Ricciardo, amado piloto por su etapa en la escudería de Red Bull Racing, sigue sin lograr tener un buen rendimiento.

Tsunoda sigue disfrutando de su gran estado de forma y culmina su buena actuación en la sesión de clasificación con el décimo puesto en carrera.

Un punto muy especial para él, puesto que es la primera vez que logra puntuar delante de su afición.

Fue un gran domingo para Tsunoda y su equipo de ingenieros. Gracias a un buen pilotaje y a una gran actuación del equipo, lograron anotar puntos en Suzuka y volver a demostrar que el japonés es quién lleva las riendas en el garaje “RB”.

El piloto japonés se vio forzado a cambiar de estrategia a lo largo de la carrera, tras una mala salida y las improvisaciones posteriores a la bandera roja.

Este terminó recuperando posiciones tanto con adelantamientos en pista, por un superior neumático, como en sus paradas en los “pits”.

Su equipo decidió cambiarle el neumático duro que llevaba al incio, por uno blando usado, con el objetivo de recuperar las posiciones perdidas. Y así fue, Tsunoda logró volver a los puntos, aunque comportó perder su sitio frente a los coches del «mediocampo».

Tuvo que volver a pasar por boxes, coincidiendo con Valtteri Bottas, Kevin Magnussen, Lance Stroll y Logan Sargeant. Una magnífica actuación de los mecánicos, hizo que Tsunoda consiguiera salir del “pit lane”por delante de sus competidores y recuperar la décima posición, con la que acabó la carrera.

El piloto dejó de lado su temperamento y agradeció instantáneamente a su equipo por la hazaña, honrando su “gran trabajo” por la radio.

Pero, ¿Qué pasa con Ricciardo?

El piloto australiano estaría en peligro de perder su puesto en la Fórmula 1.

El australiano protagonizó, nuevamente, una acción de falta de nivel en la máxima categoría del automovilismo. La bandera roja en la salida causó un accidente con Alexander Albon y terminó con los dos coches contra el muro y las protecciones muy dañadas. Todo por su falta de reflejos y perplejidad, puesto que quiso realizar la trazada óptima del circuito como si de un novato se tratara, con la mirada solo al frente,mientras estaba rodeado de rivales, olvidando los retrovisores.

Nadie sabe que fue de aquél piloto con ambición y sonrisa única que enamoró a tantos aficionados con su carisma, pero parece que está más centrado en las fotografías y modelaje que en realizar un buen papel en la pista.