Una nueva manera de liderar… La nueva forma de hacer negocios….

 

Hace ya casi 50 años, un investigador japonés llamado Dr.  Masaru Emoto,  estudió el impacto de las palabras, los sonidos y los pensamientos proyectados sobre un volumen de agua.

 

 

Sus hallazgos permitieron ver que la forma de los cristales de hielo obtenidos del agua expuesta a vibraciones positivas y negativas, impactaban en su apariencia de forma dramática.

 

 

Recordando que somos 75% agua, ¿cómo se verán impactados los colaboradores en un ambiente hostil, denigrante, con altos riesgos psicosociales? ¿Alcanzarán su mejor versión? ¿Brindarán lo mejor de sí para alcanzar los objetivos de la empresa? ¿Lograrán el Budget de ventas y rentabilidad anual?

 

 

Que un colaborador alcance su mejor, no solo es muy rentable,  sino que es altamente reconfortante porque tiene un efecto multiplicador y nos ayuda a los líderes a alcanzar nuestra mejor versión también.

 

Un entorno laboral saludable y humano, genera un ambiente de confianza, otorga libertad, permite que las personas se abran a opinar sin miedo, a aportar valor sin que se las juzgue por sus ideas, permite abrazar la diversidad y la inclusión, otorga el espacio donde puede desarrollar su talento, la eficiencia laboral aumenta, se genera tierra fértil para la creatividad, repercute en la salud física, emocional y psicológica y espiritual de todo el equipo y la organización (no es religión).

 

Cuidar de la Salud de los colaboradores, abarcándola en sus 4 dimensiones: física, psicológica, emocional y espiritual, haciendo énfasis en escuchar primero para entender de qué manera su equipo se siente cuidado, sin asumir que lo sabe de antemano, sino realmente hacerlos sentir valorados y cuidados.

 

Velar porque se genere el mejor clima laboral: desde una compensación apropiada, un trato respetuoso, una comunicación transparente y empática, un ambiente de trabajo colaborativo, entre otras cosas, no es solo ética y moralmente correcto, sino que además es altamente rentable.

 

 

Un sin número de estadísticas lo han demostrado en estos últimos años, en mi caso, yo lo viví en primera persona a cargo de más de 200 colaboradores.

 

Generar un impacto positivo en la comunidad, incluyendo a la familia de los colaboradores, a la sociedad, es una necesidad inminente para poner de pie nuestras economías mundiales.

 

¿Por qué? Porque estoy convencida de que somos un todo, y por eso hoy más que nunca debemos apoyar a la comunidad, lo que también repercute en el fortalecimiento del equipo y la transversalidad de los vínculos, y preservar el cuidado del medio ambiente porque tenemos una responsabilidad no solo con esta generación sino con las futuras.

 

Ningún esfuerzo aislado va a prosperar si no cuenta con el total apoyo y convicción del líder por eso mi voz apunta a los CEO’s, líderes, empresarios, etc., ya que somos nosotros quienes debemos detectar la necesidad de implementar estos cambios y la primera forma es entendiendo el impacto económico que esa transformación, o más bien evolución, tiene en las organizaciones, en sus las economías, medio ambiente, salud e impacto social.

 

 

 

Revisar los modelos de gestión vigentes, detectar áreas de oportunidad y desarrollar los planes para lograr las mejoras necesarias es el camino, pero para que funcione hay dos claves: el COMPROMISO DEL LIDERAZGO desde una mirada humana o TRANSMUTACIONAL y la participación de los COLABORADORES.

 

 

Por último, la confianza que se genera a partir del cuidado, desde un liderazgo humilde, honesto, ético, empático, transversal y horizontal, del primero al último nivel del organigrama, tiene un impacto muy concreto en toda la compañía. Se llama sentido de pertenencia y se traduce en números.

 

Hay una nueva forma de hacer negocios, de generar los entornos más humanos, más sanos y altamente rentables.

 

Te invito a conocer un nuevo estilo de liderazgo alineado a esta nueva era, «Liderazgo Transmutacional ®».

 

Mas información “Liderazgo Transmutacional®”