Unas pisadas felinas masajeaban mi cuerpo como la masa de una pizza a primera hora de la mañana. Pareciese que quisiese moldear mis emociones, o quizás, solo un poco de amor. Abro los ojos entre ronroneos, y el corazón me late con fuerza. Daba las gracias por despertarme una vez más con vistas al tatuaje de su espalda. Entre silencios que van y vienen nos entendemos entre nuestro lenguaje del […]